Ensaladas: una oda al placer y a la simplicidad

Juana Sanz

Elaboración, emplatados, composición de mesas y fotografías por Juana Sanz

Ensaladas Deluxe para el verano

Si solo puedes imaginar una ensalada con lechuga y tomate, prepárate para un viaje gastronómico que transformará tu perspectiva. Te invito a dejar volar tu imaginación y explorar un mundo de ensaladas que combinan colores, sabores y texturas sorprendentes: a este tipo las denominamos ensaladas Deluxe.

Descubre ingredientes exquisitos y aliños sofisticados que elevarán cada bocado a una experiencia única. Sumérgete en esta aventura culinaria y redescubre el placer de disfrutar ensaladas como nunca antes lo habías hecho.

Llegado ya el verano, con su luz incandescente y su aire cargado de promesas, nos invita a explorar territorios desconocidos, a adentrarnos en el mundo de los sabores frescos y las texturas delicadas. En este lienzo estival, las ensaladas deluxe emergen como auténticas obras de arte, mezclando ingredientes que bailan al son de la brisa marina y la melodía de los grillos al atardecer. No se trata solo de platos para saciar el hambre, sino de experiencias sensoriales que conectan el paladar con la esencia misma de la estación.

Imaginemos una ensalada como un jardín secreto, donde cada hoja de lechuga es una planta exótica que oculta tesoros bajo sus verdes pliegues. Los tomates, rojos como el crepúsculo, estallan en la boca como fuegos artificiales de sabor, mientras los pepinos, frescos y crujientes, nos susurran al oído historias de ríos y manantiales. Este oasis culinario nos invita a perdernos en sus rincones, a explorar cada bocado con la curiosidad de un niño que descubre el mundo por primera vez.

Las ensaladas deluxe no son simples mezclas de ingredientes; son sinfonías donde cada elemento tiene un papel fundamental en la armonía del conjunto. Las hojas de rúcula, con su toque picante, juegan a ser notas agudas que contrastan con la suavidad de los aguacates, esos verdes terciopelos que se funden en la boca como caricias. Las nueces y almendras, crujientes y doradas, aportan la percusión, un ritmo que marca el compás de nuestra experiencia gastronómica.

El verano es una estación de contrastes, y nuestras ensaladas deluxe reflejan esta dualidad en cada una de sus creaciones. La dulzura de las frutas maduras, como el mango o las fresas, se entrelaza con la acidez de los cítricos, creando una danza de sabores que nos transporta a playas lejanas y jardines ocultos. Los quesos, con su riqueza y diversidad, se convierten en el punto culminante de esta sinfonía, elevando cada plato a la categoría de arte sublime.

Imaginemos una ensalada donde el sol se hace presente en cada bocado. Las naranjas, con su jugo dorado, nos recuerdan los rayos que acarician nuestra piel, mientras que las hojas de espinaca, verdes y frescas, evocan los prados donde descansamos en las tardes perezosas. Las aceitunas, negras como la noche, nos hablan de los misterios del verano, de esos momentos de introspección bajo un cielo estrellado. Cada ingrediente tiene una historia que contar, un secreto que desvelar a aquellos dispuestos a escuchar.

La presentación de una ensalada deluxe es un arte en sí mismo. Los colores vibrantes se disponen en el plato como pinceladas en un cuadro impresionista, creando una composición que deleita tanto a la vista como al gusto. La disposición de cada elemento no es azarosa; responde a un equilibrio sutil que busca resaltar la belleza y la complejidad de los ingredientes. Las flores comestibles, con sus pétalos delicados, aportan un toque de magia, transformando cada plato en un festín para los sentidos.

La textura es otro elemento fundamental en las ensaladas deluxe. El juego de contrastes entre lo crujiente y lo suave, lo jugoso y lo seco, crea una experiencia táctil que enriquece el placer de cada bocado. Los granos de uva, con su explosión de frescura, se combinan con la suavidad de los quesos frescos, mientras que las semillas de chía, casi imperceptibles, aportan un crujido sutil que sorprende y deleita. Este ballet de texturas nos invita a explorar nuevas sensaciones, a dejar que nuestros sentidos se dejen llevar por la creatividad y la innovación.

El verano es también una época de abundancia, y nuestras ensaladas deluxe celebran esta generosidad de la naturaleza. Los mercados se llenan de productos frescos y vibrantes, y cada visita es una oportunidad para descubrir nuevos ingredientes que enriquezcan nuestras creaciones. Las hierbas aromáticas, con sus fragancias intensas, nos transportan a campos de lavanda y romero, mientras que las verduras de temporada, tan llenas de vida, nos conectan con la tierra y sus ciclos eternos.

Las ensaladas deluxe son una oda al placer y a la simplicidad, una invitación a disfrutar de los pequeños momentos de la vida con una intensidad renovada. Cada plato es una ventana a un universo de sabores y sensaciones, un recordatorio de que la verdadera riqueza se encuentra en la conexión con la naturaleza y con nuestros propios sentidos. En un mundo que a menudo nos pide que corramos, que avancemos sin detenernos, estas ensaladas nos invitan a ralentizar, a saborear cada instante con la calma y la gratitud de quien comprende que la vida es un regalo precioso.

Y así, con cada ensalada deluxe que preparamos, tejemos una historia de verano, una narración donde el sol, la tierra y el mar se encuentran en un abrazo de sabores y texturas. Los ingredientes, simples en su esencia, se transforman en protagonistas de un festín que celebra la belleza de lo efímero, la magia de lo cotidiano. Porque en cada bocado de estas ensaladas, descubrimos un pedacito de verano, un destello de esa luz dorada que nos envuelve y nos invita a soñar.

Al final del día, cuando el sol se oculta y la brisa refresca el aire, una ensalada deluxe es el cierre perfecto para una jornada llena de aventuras y descubrimientos. Es el canto de despedida del sol, un tributo a la belleza de la naturaleza y a la riqueza de los sabores. En cada hoja, en cada fruto, encontramos la esencia misma del verano, una promesa de momentos felices y de encuentros memorables. Así, con cada ensalada, celebramos la vida en toda su plenitud, con el corazón lleno de gratitud y los sentidos despiertos a la maravilla de lo simple y lo bello.

Las ensaladas deluxe son mucho más que una comida; son una experiencia, un viaje a través de los sabores y las sensaciones que solo el verano puede ofrecer. Nos invitan a redescubrir el placer de la mesa, a disfrutar de los pequeños detalles que hacen de cada día una celebración. Y en ese proceso, nos enseñan a vivir con intensidad, a saborear cada instante con la plenitud de quien sabe que la verdadera riqueza se encuentra en lo sencillo y en lo auténtico. En cada ensalada deluxe, encontramos un reflejo de la magia del verano, una promesa de días llenos de luz y de noches estrelladas.

Ahora, déjate seducir por las exquisitas recetas de ensaladas y transforma cada comida en una experiencia gourmet inolvidable.


Pétalos de Coles de Bruselas

El amanecer cítrico

Así la llamo por sus ingredientes como la mandarina y la lima, cuya combinación evoca la frescura y el renacer de un nuevo día. Estos pétalos con su textura delicada y su sabor ligeramente amargo, representan las primeras luces del alba, esos matices suaves que despiertan lentamente los sentidos.

Ingredientes:

Preparación:

ALIÑO

Ingredientes:

Preparación:

En un bol pequeño, mezclar el zumo de limón, el de lima, el de mandarina, sal y pimienta, batir e ir añadiendo a chorro fino el aceite poco a poco mientras se va batiendo. Añadir los trocitos de orejón a la mezcla, para que se vayan hidratando. Batir bien todos los ingredientes hasta que el aliño esté bien emulsionado.


Ensalada de pera, berros y roquefort

La armonía celestial

Llamo a esta ensalada La armonía celestial porque combina la dulzura suave de la pera con la intensidad y la profundidad del queso Roquefort, creando una experiencia culinaria que parece casi celestial. Los berros, con su frescura y ligero toque picante, añaden una nota refrescante y vibrante a este conjunto armonioso de sabores. Juntos, estos ingredientes forman una sinfonía gustativa que armoniza la dulzura, la frescura y la complejidad en cada bocado, como si estuvieras saboreando una creación celestial.

Ingredientes:

Preparación:

ALIÑO

Ingredientes:

Preparación:

En un bol pequeño, mezclar el aceite de oliva virgen extra y el vinagre balsámico. Agregar una pizca de sal y pimienta negra al gusto. Opcionalmente, añadir una pizca de miel para suavizar el sabor del vinagre balsámico. Batir bien todos los ingredientes hasta que estén bien emulsionados.

Montar la ensalada:

En un plato, colocar las peras formando una estrella y colocar los berros sobre ellas. Espolvorear el queso roquefort desmenuzado sobre la ensalada. Opcionalmente, añadir anacardos troceados y los croutons.

Verter el aliño sobre la ensalada justo antes de servir y mezclar suavemente para que los sabores se integren. Asegúrate de probar y ajustar el aliño según tu preferencia personal.


Ensalada de espinacas, fresas y queso feta

El jardín encantado

Llamo El jardín encantado a esta ensalada porque combina la frescura de la naturaleza con la magia de sabores sorprendentes. Las espinacas, verdes y vibrantes, simbolizan la abundancia y la vitalidad del jardín. Las fresas, dulces y jugosas, representan las flores de este jardín, aportando una explosión de color y sabor. El queso feta, con su textura cremosa y sabor ligeramente salado, es como el rocío matutino que realza cada elemento del jardín. Juntos, estos ingredientes crean una experiencia gustativa encantadora y equilibrada, donde cada bocado es como pasear por un jardín lleno de delicias y sorpresas.

Ingredientes:

Preparación:

Aliño de vinagreta de miel y frambuesa

Ingredientes:

Preparación:

En un tazón pequeño, combina el vinagre de frambuesa, la miel y la mostaza Dijon. Mezcla bien hasta que la miel y la mostaza estén completamente integradas. Poco a poco, añade el aceite de oliva en un hilo fino mientras sigues batiendo la mezcla. Esto ayudará a emulsionar el aliño, dándole una textura suave y homogénea. Sazonar con sal y pimienta al gusto, ajustando según tus preferencias personales. Antes de servir la ensalada, rocía el aliño sobre los ingredientes y mezcla suavemente para asegurarte de que todo esté bien cubierto.

Este aliño de vinagreta de miel y frambuesa aporta un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez, realzando los sabores de las espinacas, fresas, queso feta y nueces, y elevando la ensalada a un nivel de sofisticación deluxe.


Ensalada Waldorf

El susurro de la elegancia

Llamo El susurro de la elegancia a la ensalada Waldorf porque esta combinación clásica de manzanas crujientes, apio fresco, nueces tostadas y aderezo cremoso evoca una experiencia gastronómica que susurra elegancia en cada bocado. Como un secreto compartido entre ingredientes refinados, la ensalada Waldorf es un ballet de sabores y texturas que danzan en armonía, ofreciendo una sofisticación sutil, pero impactante en la mesa.

Esta ensalada nació en 1893 en uno de los lugares de mayor glamour en Nueva York, el Hotel Waldorf, convirtiéndose en un plato distinguido y elegante.

Ingredientes:

Para el aderezo:

Preparación:

1. En una fuente grande, colocar la lechuga rizada, los gajos de manzana, las rodajas o palitos de apio y las nueces picadas.

2. En un tazón pequeño, mezcla la mayonesa, el yogur griego y el jugo de limón, sal pimienta y cebollino cortado hasta obtener una mezcla suave y homogénea.

3. Vierte el aderezo sobre la ensalada y mezcla suavemente para asegurar que todos los ingredientes estén bien cubiertos. O saca la salsa en una salsera aparte, para que cada uno se lo sirva.

4. Prueba la ensalada y ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto.

5. Sirve la Ensalada Waldorf inmediatamente.

Esta ensalada combina la frescura de la lechuga con la dulzura de la manzana, el crujiente del apio y el sabor tostado de las nueces, todo ello aderezado con una mezcla cremosa y refrescante que realza los sabores y texturas.


Ensalada de pulpo, langostino y huevo

El banquete del Océano

La ensalada de pulpo, langostino y huevo duro combina los tesoros del mar con la riqueza y nutrición de la tierra, como un Banquete del océano. El pulpo, con su textura única y sabor profundo, simboliza las misteriosas profundidades del océano. Los langostinos, jugosos y delicados, representan la frescura y vitalidad de la vida marina en la superficie. El huevo duro, con su yema dorada, aporta una riqueza terrenal, completando la armonía entre mar y tierra. Juntos, estos ingredientes ofrecen una experiencia gastronómica digna de un banquete real, donde los sabores marinos se encuentran con la calidez y nutrición del huevo.

Ingredientes:

Preparación:

1. Preparar el pulpo: pasar las patas de pulpo a la plancha para dorarlas ligeramente. Cortarlas en trozos del tamaño de un bocado.

2. Preparar los langostinos: pelar los langostinos dejando la colita final intacta.

3. Preparar los huevos: hervir los huevos hasta que estén duros, pelarlos y cortarlos en gajos.

4. Preparar la lechuga: lavar y secar bien las hojas de lechuga verde.

5. Montar la ensalada: en una ensaladera grande, disponer las hojas de lechuga como base. Colocar encima los trozos de pulpo, los langostinos y los gajos de huevo duro.

Aliño:  

Ingredientes:

Preparación:

1. En un bol pequeño, mezclar el aceite de oliva virgen extra, la sal, la pimienta negra y la paprika picante.

2. Batir bien todos los ingredientes hasta que estén bien combinados.

3. Justo antes de servir, espolvorear el polvo de quicos sobre la ensalada para darle un toque crujiente.


Ensalada César

La corona Imperial

Llamo La corona imperial porque encarna la majestuosidad y la grandeza de un clásico que ha perdurado a lo largo del tiempo. Las hojas crujientes de lechuga romana representan la base firme de un trono verde. Los trozos de pollo jugoso son los nobles caballeros que custodian este reino de sabor. El queso parmesano, con su textura rica y salada, añade el toque de lujo y sabiduría de los antiguos imperios. Los crujientes crotones son las joyas que adornan esta corona, mientras que el aderezo cremoso de anchoas y limón es el manto real que envuelve y unifica todos los elementos. Juntos, estos ingredientes crean una experiencia culinaria digna de emperadores, donde cada bocado es un recordatorio de la gloria y la sofisticación de tiempos pasados.

Esta ensalada nace en Tijuana, México, en el Hotel Caesar’s, en 1924.

Ingredientes:

Preparación:

1. Preparar la lechuga: lavar y secar bien las hojas de lechuga romana. Cortar o romper las hojas en trozos del tamaño de un bocado.

2. Cocinar el beicon: en una sartén, cocinar las tiritas de beicon hasta que estén crujientes. Retirar y escurrir sobre papel absorbente.

3. Cocinar el pollo: sazonar los solomillos de pollo con sal y pimienta. En una plancha con un poco de aceite, cocinar los solomillos de pollo hasta que estén dorados. Cortar los solomillos de pollo en tiras o trozos del tamaño de un bocado.

4. Montar la ensalada: en una ensaladera grande, combinar las hojas de lechuga romana, las tiritas de beicon y el pollo a la plancha. Servir la ensalada acompañada de croutones y queso parmesano en lascas al gusto. Añadir la salsa César antes de servir.

Salsa César

Ingredientes:

Preparación:

1. Preparar el ajo y las anchoas: Pelar el diente de ajo y picarlo finamente o machacarlo hasta obtener una pasta. Cortar las anchoas hasta formar casi una pasta con tropezones

2. Mezclar los ingredientes: Mezclar la mayonesa, el zumo de limón, el ajo picado, el queso parmesano rallado, el vinagre de manzana, la mostaza, las anchoas, la sal (ojo que hay anchoas) y la pimienta.

3. Batir bien todos los ingredientes hasta que estén bien combinados y la mezcla tenga una consistencia de vinagreta, más líquida que una salsa espesa.

4. Ajustar la sazón: Probar y ajustar la sal y la pimienta al gusto.

Verter la salsa sobre la ensalada César justo antes de servir y mezclar bien para asegurar que las hojas de lechuga estén bien cubiertas.


Ensalada de naranja, cebolla, y aceitunas negras

El ocaso Mediterráneo

La llamo El ocaso Mediterráneo porque esta combinación de sabores evoca la calidez y la magia de un atardecer junto al mar Mediterráneo. Las naranjas, con su color vibrante y su dulzura, representan los últimos rayos del sol desvaneciéndose en el horizonte. La cebolla, con su sabor penetrante, añade la intensidad y el contraste de las sombras que empiezan a alargarse. Las aceitunas negras, oscuras y misteriosas, simbolizan la noche que se aproxima, llena de secretos y promesas. Juntos, estos ingredientes crean una experiencia sensorial rica y evocadora, como contemplar un ocaso en la costa mediterránea. Ensalada de Naranja, Cebolla y Aceitunas Negras.

Ingredientes:

Preparación:

1. Preparar los gajos de naranja: Cortar las naranjas en supremas, retirando la piel y la pielecita que cubre cada gajo.

2. Cortar la cebolla en pluma (fina y longitudinalmente).

3. Mezclar los ingredientes: En un bol, combinar los gajos de naranja, la cebolla en pluma y las aceitunas negras. O distribuir los gajos de naranjas en platos individuales, con la cebolla y aceitunas.

Opcionalmente, puedes aderezar la ensalada con un poco de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto.

Aliño:  

Ingredientes:

Preparación:

1. En un bol pequeño, mezclar el aceite de oliva, el zumo de naranja, el zumo de limón y la miel.

2. Añadir la ralladura de naranja y de limón.

3. Sazonar con sal y pimienta al gusto.

4. Batir bien todos los ingredientes hasta que el aliño esté bien emulsionado.

Verter el aliño sobre la ensalada justo antes de servir.


Ensalada de boquerones en vinagre

Danza marina

La ensalada de boquerones en vinagre, rábanos y rúcula porque evoca una danza elegante y vibrante de sabores y texturas, como una Danza marina. Los boquerones en vinagre, con su frescura y toque ácido, representan la brisa marina que acaricia el paladar. Los rábanos, con su sabor ligeramente picante y crujiente, añaden un contrapunto de energía y vitalidad. La rúcula, con su intensidad y aroma, completa esta danza culinaria como una melodía fresca y envolvente. Juntos, estos ingredientes forman una ensalada que no solo deleita los sentidos, sino que también transporta al comensal a un momento de armonía y frescura.

Ingredientes:

Preparación:

1. Preparar los boquerones: Escurrir los boquerones en vinagre y reservar.

2. Preparar los rábanos: Lavar y cortar los rábanos en láminas finas.

3. Preparar la rúcula: Lavar y secar bien las hojas de rúcula.

4. Montar la ensalada: Colocar los boquerones en vinagre en cada plato y poner por encima las láminas de rábanos y hojitas de rúcula.

Aliño:  

Ingredientes:

Preparación:

1. En un bol pequeño, mezclar el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de vino blanco.

2. Agregar el ajo picado finamente si se desea.

3. Pimienta negra al gusto.

4. Opcionalmente, añadir perejil fresco picado para dar un toque de frescura.

5. Batir bien todos los ingredientes hasta que estén bien combinados.

Verter el aliño sobre los boquerones en vinagre justo antes de servir.


Ensalada de salmón y canónigos

Sinfonía marina

Llamo Sinfonía Marina a la ensalada de salmón y canónigos con pepinillos y cebolletas en vinagre porque combina la elegancia del salmón ahumado con la frescura y el ligero picor de los canónigos. Los pepinillos y cebolletas en vinagre añaden una nota vibrante y ácida que complementa perfectamente la suavidad del salmón. Juntos, estos ingredientes crean una sinfonía de sabores marinos que bailan en armonía en cada bocado, como si estuvieras disfrutando de una melodía refrescante y deliciosa directamente del mar.

Ingredientes:

Preparación:

1. Coloca los canónigos en una fuente o plato grande como base de la ensalada.

2. Distribuye las tiras o trozos de salmón ahumado sobre los canónigos, y por encima las perlas de salmón.

3. Espolvorea los pepinillos en vinagre por encima de la ensalada, distribuyéndolos de manera uniforme.

4. Coloca los cuartos de mini cebolletas en vinagre sobre la ensalada.

5. En un tazón pequeño, mezcla el aceite de oliva, el jugo de limón, la sal y la pimienta para hacer el aderezo.

6. Rocía el aderezo sobre la ensalada justo antes de servir y mezcla suavemente para asegurar que todos los ingredientes estén bien cubiertos.

7. Sirve inmediatamente y disfruta de esta deliciosa ensalada de salmón ahumado con el contraste fresco y ácido de los pepinillos y las cebolletas en vinagre.

Esta ensalada es ideal como entrante ligero o como plato principal, ofreciendo una combinación equilibrada de sabores marinos, frescos y ácidos que deleitarán tu paladar.

Opcional: combina muy bien como acompañamiento unas tostas untadas de mantequilla.


Melón con jamón

El encuentro de dos mundos

Llamo El encuentro de dos mundos a la combinación de melón con jamón porque fusiona la dulzura refrescante del melón con la salinidad robusta del jamón, creando una sinfonía de sabores contrastantes pero complementarios. El melón, jugoso y dulce, evoca los placeres estivales y la frescura de los días soleados. El jamón, con su sabor intenso y salado, representa la tradición y la profundidad de la tierra. Juntos, estos ingredientes tejen una narrativa gustativa que une lo ligero con lo sustancioso, lo fresco con lo curado, en un perfecto y delicioso encuentro.

Ingredientes:

Preparación:

1. Preparar el melón: Cortar el melón por la mitad, quitar las semillas y pelar. Cortar en trozos o bolas pequeñas.

2. Cortar las lonchas de jamón serrano en tiras o doblarlas para formar pequeños rollos.

3. Montar el plato: Colocar los trozos o bolas de melón en un plato o bandeja de servir. Envolver cada trozo de melón con una tira de jamón serrano o colocar los rollos de jamón alrededor del melón. Y regar con el aliño

Aliño:  

Ingredientes:

Preparación:

En un pequeño recipiente, mezclar todos los ingredientes, batir y emulsionar.


Ensalada tibia de arroz salvaje

El sueño tropical

La ensalada tibia de arroz salvaje, gambita, maíz y piña fusiona la calidez de lo exótico con la frescura de sabores veraniegos como un Sueño tropical. El arroz salvaje, con su textura terrosa y ligeramente crujiente, representa la riqueza del suelo tropical. Las gambitas, delicadas y marinas, evocan la brisa salada del océano. El maíz, dulce y dorado, simboliza el sol radiante que baña las playas. La piña, jugosa y vibrante, aporta el toque final de frescura y dulzura que transporta al paladar a un paraíso tropical. Juntos, estos ingredientes crean una experiencia gustativa que invita a soñar con destinos lejanos y paradisíacos.

Ingredientes:

Preparación:

1. Hervir el arroz: Cocina el arroz salvaje según las instrucciones del paquete, generalmente en agua hirviendo con sal durante 40-50 minutos, hasta que esté tierno. Escurre y reserva.

2. Sofreír el ajo muy cortadito, gambitas, maíz y piña: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade las gambitas y sofríe durante 2-3 minutos hasta que estén rosadas y cocidas. Agrega el maíz dulce y los cubos de piña a la sartén y sofríe durante otros 3-4 minutos, hasta que la piña esté ligeramente caramelizada y el maíz caliente.

3. Añade el arroz salvaje cocido a la sartén y mezcla bien todos los ingredientes. Cocina durante 2-3 minutos más para que todos los sabores se integren y el arroz esté bien caliente. Sazonar con sal y pimienta al gusto.

4. Retira la sartén del fuego y espolvorea el perejil fresco picado sobre la mezcla de arroz y gambitas.

5. Sirve inmediatamente la ensalada tibia en platos individuales o en una fuente grande.

Disfruta de esta deliciosa y exótica ensalada tibia que combina la riqueza del arroz salvaje con la frescura y dulzura de la piña, el maíz y las gambitas, perfecta para una comida ligera pero satisfactoria.


Endivias con manzana verde, pera y queso azul

El capricho del bosque

Llamo El capricho del bosque a esta ensalada porque une la frescura y la robustez de ingredientes que evocan la riqueza y la diversidad de un bosque encantado. Las endivias, con su sabor ligeramente amargo y su textura crujiente, representan las hojas frescas y brillantes del sotobosque. La manzana verde, crujiente y ácida, aporta un toque de vitalidad y frescura, como los frutos silvestres que crecen entre los árboles. El queso azul, con su carácter fuerte y cremoso, añade la profundidad y la complejidad de los aromas del bosque. Juntos, estos ingredientes crean una experiencia gustativa que es tanto un placer inesperado como un paseo por un bosque lleno de secretos y delicias naturales.

Ingredientes:

Preparación:

1. Separa las hojas de las endivias, lávalas y sécalas.

2. Cortando el centro ya que no sirven las hojas por su diminuto tamaño en trozos pequeños.

3. Lamina las manzanas como bastoncillos.

4. Corta la pera en dados

5. Mezclar la manzana, la pera y los trozos de endivia.

Aliño:  

Ingredientes:

Triturar todo esto en batidora.

Presentación:

Para presentar esta ensalada de manera más atractiva, es ideal usar un bol o cuenco, ya que permitirá disponer las endivias de forma más vistosa. Y sobre la ensalada, añadir aliño y remover pera que todos sus ingredientes, se impregnen bien. Finalmente espolvorear con nueces troceadas.


Ensalada de espárragos

El baile de los espárragos

Llamo El Baile de los espárragos a la ensalada de espárragos blancos y verdes porque representa la elegancia y la frescura de estos vegetales. Los espárragos blancos, con su sabor suave y delicado, danzan en armonía con los espárragos verdes, que aportan un contraste vibrante y un toque más terroso. Juntos, estos ingredientes forman una coreografía gustativa que celebra la temporada veraniega, donde cada bocado es como presenciar un baile lleno de gracia y sabor fresco en el paladar.

Ingredientes:

Preparación:

1. Lava los espárragos verdes bajo agua fría y retira los extremos leñosos.

2. Sacar los espárragos blancos del bote y  dejarlos escurriendo sobre papel de cocina.

3. Calienta una plancha grande a fuego medio-alto y añade un poco de aceite de oliva.

4. Coloca los espárragos blancos en una plancha caliente y cocínalos durante 4-5 minutos, volteándolos ocasionalmente, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.

5. Mientras se cocinan los espárragos blancos, prepara los espárragos verdes dos minutos en el microondas. Añádelos a la plancha después de los espárragos blancos y cocina durnte 3-4 minutos más, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.

6. Retira los espárragos y colócalos en un plato. Sazonar con sal y pimienta al gusto.

7. Sirve los espárragos blancos y verdes alternándolos en el plato, y cubrir con salsa, y finalmente espolvorear huevo duro picadito.

Esta receta resalta la frescura y el sabor natural de los espárragos blancos y verdes, cocinados a la perfección a la plancha conservan su textura tierna y su sabor delicado.

Salsa:

Preparación:

Batir todo junto en la batidora.


Ensalada de rúcula, pera y parmesano

El poema del prado

Llamo El poema del Prado a esta ensalada porque captura la esencia de un prado floreciente a través de sus sabores y texturas. La rúcula, con su toque picante y verde vibrante, simboliza la frescura y la vitalidad de la hierba en primavera. La pera, jugosa y dulce, evoca la suavidad de los frutos maduros que crecen en el campo. El queso parmesano, con su riqueza salada y textura firme, añade un toque de nobleza y tradición, como un poema grabado en piedra. Juntos, estos ingredientes crean una sinfonía de sabores que es tanto una celebración de la naturaleza como una obra de arte culinaria.

Esta ensalada simple y elegante resalta la frescura y el sabor natural de sus ingredientes, creando una experiencia culinaria que es un verdadero poema para el paladar.

Ingredientes:

Preparación:

1. Lava y escurre bien la rúcula. Colócala en una ensaladera grande como base de la ensalada.

2. Lava la pera y córtala en rodajas finas o en láminas, según tu preferencia. Añade la pera sobre la rúcula.

3. Añadir el queso parmesano: Distribuye las lascas de queso parmesano uniformemente sobre la rúcula y la pera.

Aliño:  

Ingredientes:

Preparación:

1. En un tazón pequeño, mezcla la miel, la mostaza de Dijon y el vinagre balsámico hasta que estén bien combinados.

2. Poco a poco, añade el aceite de oliva virgen extra mientras continúas mezclando para emulsionar la vinagreta. Esto ayudará a que el aliño tenga una textura suave y uniforme.

3. Prueba y ajusta el aliño con sal y pimienta al gusto, según tus preferencias personales.

4. Transfiere el aliño a una salsera o recipiente adecuado y colócalo en la mesa para que cada comensal pueda servirse

Este aliño de mostaza y miel complementará perfectamente los sabores de la ensalada, realzando la frescura de la rúcula, la dulzura de la pera y la intensidad del queso parmesano.


Ensalada Caprese

El beso italiano

Llamo El beso italiano a la ensalada caprese porque encapsula la esencia romántica y apasionada de Italia. Los tomates jugosos y rojos representan el corazón ardiente, lleno de vitalidad y frescura. La mozzarella, suave y blanca, simboliza la pureza y la ternura de un abrazo. Las hojas de albahaca, verdes y aromáticas, aportan el toque de frescura y vitalidad, como un susurro de brisa mediterránea. El aceite de oliva y el balsámico, con su riqueza y profundidad, completan esta metáfora de un beso perfecto, lleno de sabor, intensidad y amor italiano. Representando los 3 colores de la bandera Italiana.

Ingredientes:

Preparación:

1. Lavar y cortar los tomates en rodajas.

2. Cortar la mozzarella fresca.

3. Montar la ensalada: Colocar las rodajas de tomate y mozzarella. Y decorar con hojas de albahaca fresca.

Aliño:     

Ingredientes:

Preparación:

1. En un bol pequeño, mezclar el aceite de oliva virgen extra y el vinagre balsámico (si se usa).

2. Sazonar con sal y pimienta negra al gusto.

3. Batir bien todos los ingredientes hasta emulsionar.

4. Verter el aliño sobre la ensalada Caprese justo antes de servir.


Ensalada de canónigos, gambas y gulas

La Danza Marina

Llamo La Danza Marina a esta ensalada, porque evoca la elegancia y el movimiento de las criaturas marinas en un ballet de sabores. Los canónigos, con su frescura y suavidad, representan la gracia de las olas del mar. Las gambas, delicadas y jugosas, aportan la sensualidad de las profundidades marinas. Las gulas, con su textura suave y sabor a mar, añaden la melodía y el ritmo que complementan este baile culinario. Juntos, estos ingredientes crean una experiencia gustativa que es tanto una celebración del mar como una obra de arte en el plato.

Esta ensalada de canónigos, gambas y gulas es una deliciosa combinación de sabores marinos con un toque de frescura, perfecta como plato principal o como entrada sofisticada para una comida especial.

Ingredientes:

Preparación:

1. Descongelar las gambas.

2. Preparar las gulas: sacarlas del paquete y con tenedor moverlas para que se vayan soltando.

3. En una sartén, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añade las láminas de ajos con la guindilla entera (para dar ese toque de picante) y revolver 1 minuto.

4. A continuación añadiremos las gambitas y se darán unas vueltas hasta que se hagan y podamos añadir las gulas, y revolver un par de minutos.

5. Montaje de la ensalada: coloca los canónigos en una ensaladera grande como base.

6. Añadir las gambas y gulas: distribuye las gambas y las gulas sobre los canónigos de manera uniforme.

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Espero que este paseo por el mundo de las ensaladas haya despertado tu curiosidad y creatividad en la cocina. Atrévete a experimentar con sabores, texturas y colores para crear tus propias combinaciones únicas. ¡Que cada plato sea una celebración de la frescura y la salud! Gracias por haberme acompañado en este recorrido gastronómico. ¡Hasta pronto y buen provecho!

La cocina es una forma de expresión personal,
donde cada ingrediente cuenta una historia.

(Julia Child)


Este artículo se publicó en la revista digital Entrevisttas.com el 15 de julio de 2024.

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Sobre mí

Me llamo Juana y soy una apasionada del mundo de los vinos, de la decoración de mesas y de la creación de recetas.

Tres mundos que convergen y se complementan. Soy del parecer que una deliciosa comida acompañada de un buen vino, debería ser expuesta en una bonita mesa, por muy sencilla que esta sea.

Esta página web la he llamado “Madame Chardonnay”, cuyo nombre está inspirado en la “chardonnay”, una variedad de uva, propia de la región de Borgoña, que me encanta.

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